La musicoterapia es una de las terapias que abordan los procesos psicoemocionales del paciente pediátrico durante la adaptación del menor al ingreso hospitalario.
Este estudio valora la respuesta emocional del paciente pediátrico a la musicoterapia teniendo en cuenta las variables valencia (alegría), activación, relajación y dominancia (sensación de autocontrol).
Como ejemplo de ello, se han incluido pacientes –de hasta 16 años-, ingresados en las Unidades de Oncología Pediátrica, así como en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos del Hospital de Son Espases (Palma de Mallorca).
La sesión de musicoterapia, que tiene una duración de entre 20 y 30 minutos, es llevada a cabo por un musicoterapeuta acreditado. Se aplican técnicas activas (improvisación clínica, cantar, recreación de canciones o composición, entre otras) y también técnicas pasivas (música y relajación, música e imaginación guiada), según las necesidades del paciente.
El instrumento utilizado es el Self Assessment Manikim (SAM): es un instrumento pictórico elaborado por Bradley y Lang en 1994. Consta de caras que no tienen ni sexo ni edad y que se gradúan en un continuo de 9 estadios, que se transforman en valores del 1 al 9. Mide las variables de: valencia (continuo alegría-tristeza), activación (continuo tensión-calma), relajación (continuo tensión-calma) y dominancia (continuo inhibición-dominancia).