Supervivientes
Historias de niños, niñas y adolescentes que han superado el cáncer infantil. Relatos que inspiran, emocionan y nos recuerdan el valor de la vida tras la enfermedad.

Pablo
Superviviente de FARO y miembro del Comité de Supervivientes de la Federación.
“Para mí, la Federación Española de Familias de Cáncer Infantil representa apoyo, esperanza y unión. Es un espacio donde las familias y los supervivientes no están solos, donde podemos encontrar comprensión y recursos para seguir adelante después de la enfermedad”, cuenta Pablo.
Para él, saber que hay una red de personas dispuestas a ayudar, hace que su camino sea más llevadero. El apoyo que encontró en FARO está siendo clave en su proceso como superviviente al brindarle apoyo psicológico; oportunidades para conectar con otras personas que han pasado por lo mismo y herramientas para afrontar los desafíos que vienen después del cáncer.
“El cáncer cambió mi vida para siempre. Fue una experiencia dura, llena de incertidumbre y miedo, pero también me enseñó a valorar cada día, a encontrar fuerzas en los momentos más difíciles y a apreciar a las personas que me rodean. Hoy, como superviviente, sigo enfrentando desafíos, pero también he descubierto una resiliencia en mí que no sabía que tenía”, explica.


Sara
Es veterana de ASION y miembro del Comité de Supervivientes de Federación
“El cáncer infantil cambió mi vida de un día para otro, transformando mi rutina en una montaña rusa de incertidumbre. Pasé de jugar con mis amigos en el colegio a estar ingresada en un hospital, sin poder moverme, rodeada solo de médicos y enfermeras. Pero, a pesar de las secuelas y los retos que aún enfrento, sé que cada esfuerzo ha valido la pena. La clave ha sido encontrar apoyo en mi familia y en la asociación ASION, que me han acompañado en el camino hacia la recuperación”, cuenta Sara.
Para ella, la Federación Española de Familias de Cáncer Infantil es mucho más que una entidad: es un puente que une a asociaciones de toda España, creando una red de apoyo fundamental para niños, niñas, adolescentes y sus familias. “Gracias a su labor, muchas personas encuentran orientación, respaldo psicológico y recursos a través de sus 23 asociaciones, que facilitan su camino hacia la recuperación”.
Noelia
Fue atendida por ARGAR y es miembro del Comité de Supervivientes de Federación
“El cáncer cambió mi vida para siempre. Cuando tenía 10 años, no entendía por qué me pasaba eso a mí, pero hoy, con 22, veo que esa experiencia me hizo más fuerte, más empática y más consciente de lo valiosa que es la vida. No ha sido fácil, hay cicatrices físicas y emocionales, pero también he conocido personas increíbles y he aprendido a valorar cada momento. Es una parte de mi historia, pero no define quién soy”, explica.
Noelia asegura que a las familias que están pasando por este proceso les diría que “no están solas” al haber “muchas personas y profesionales de las asociaciones dispuestas a acompañarlas durante toda la enfermedad”.


Tomás
Atendido por ASANOG y miembro del Comité de Supervivientes de Federación
“Cuando me dieron el diagnóstico de cáncer a los 13 años… Fue un guantazo de realidad. Me hizo tratar ya de muy joven con un tema tabú en nuestra cultura: la muerte. Además del sufrimiento físico, este proceso me cambió la vida”, cuenta Tomás.
Tomás recuerda que ASANOG ayudó a su familia a que tuviera una mejor calidad de vida durante la enfermedad. Por ejemplo, les proporcionó una habitación cerca del hospital para que pudieran descansar durante su ingreso hospitalario.
Sobre esta experiencia destaca que lo que más recibieron fue acompañamiento en un momento de “completa incertidumbre”. Además, recuerda cómo les presentaron otras familias que habían pasado por situaciones similares, lo que supuso una gran ayuda.
Ana Lourdes
Forma parte del grupo de Supervivientes de ADANO
Después de afrontar el cáncer en su infancia, la vida de Ana Lourdes cambió radicalmente. Ha tenido que adaptarse a nuevas rutinas y aceptar que, en ocasiones, su cuerpo no puede rendir al 100%. Sin embargo, eso no le ha impedido perseguir sus objetivos y vivir.
Destaca cómo el deporte le ha cambiado su vida y ha sido un factor clave en su recuperación. A pesar de SU fragilidad ósea, ha conseguido soportar 200 kg sobre su espalda, demostrando que la resiliencia y la disciplina pueden romper cualquier límite.


Sonia S.
Sonia explica que, para ella, la Federación Española de Familias de Cáncer Infantil supone un punto de apoyo fundamental en momentos de incertidumbre y dificultad, al fomentarse el acceso a recursos, apoyo psicológico, asesoramiento legal y acompañamiento emocional, entre otros. “Garantiza que ninguna familia tenga que enfrentarse sola a esta dura realidad, además de impulsar la visibilidad de la enfermedad, la investigación y la mejora de políticas públicas”.
“Siempre he dicho que lo peor del cáncer viene después de él, en la supervivencia. En este sentido, la asociación ASPANION ha sido un pilar fundamental en mi proceso de adaptación a una nueva realidad. Con el apoyo incondicional de sus profesionales, quienes te proporcionan herramientas para comprender y gestionar las secuelas que deja la enfermedad y gracias a la información y formación que recibí sobre los efectos secundarios, pude recuperar el control sobre mi vida. Pero lo más valioso es el sentimiento de pertenencia que ASPANION me ha dado”.
“En cáncer me golpeó y me arrebató muchas cosas, pero en cada pérdida encontré una oportunidad. Sabía que esa experiencia siempre formaría parte de mi vida, así que, decidí dejar que me transformara. Perdí mi adolescencia, pero, a cambio, construí un nuevo camino y un futuro cuando elegí abrazar mi vivencia y caminar de la mano hacia un lugar más amable. No fue fácil, pero a pesar de todo, encontré la felicidad. Actualmente trabajo como psicooncóloga y no es casualidad”.